En los comienzos de nuestra organización nacional, hasta muchos años después, los dilatados campos de pastoreo o de agricultura de nuestro país eran abiertos. Nada había que cerrara el paso a los cuatreros; entraban, marcaban animales, cuereaban sin que nadie pudiera impedir su paso por las propiedades rurales.
Dice que Don juan Manuel de Rosas, que según sus mismos enemigos fue uno de los estancieros más prácticos de su tiempo, empezó a cerrar con tapiales una estancia de su propiedad.
Pastor Obligado, en su libro "Tradiciones y Recuerdos", dice que más tarde- en 1844-, cuenta un cronista muy destacado llamado Olivera que, viajando por Europa don Ricardo Newton, visitó el parque de una ciudad de Inglaterro. "Llamole la atención un corto tiro de cercado de alambre cerrando el potrero en que pacían ciervos".
Inmediatamente, comprendió cuan importante sería cerrar los campos en una provincia como la de Buenos Aires, donde la enorme cantidad de ganados que pastorean sueltos y las caballadas, que a todas horas y en todas direcciones cruzan las estancias y destruían los sembrados. Y así fue como al día siguiente entró en una fábrica, compró alambres de de hierro, postes y esquinas que hizo enviar a Buenos Aires.
A su llegada a esta ciudad,dio comienzo a la tarea de extender el primer alambrado, empezando por cercar un jardín de su propiedad, luego una huerta, más tarde una quinta,hasta llegar a la gran estancia.
Desde entonces los alambrados se multiplican, quedando muy pocos establecimientos sin su protección.
Don Ricardo Newton, gran trabajador, estableció corralones de alambre de hierro, y los pedidos a Europa se repetían, pues no había dueño de campo qque no apreciara la eficacia del alambrado.
En la Sociedad Rural Argentina, en Palermo, se conserva aún el poste de ñandubay que sostuvo el primer alambrado, y al acercarnos a él, recordamos con gratitud al señor Ricardo Newton, uno de los ingleses que tanto hicieron por ésta, su segunda patria.
Elvi Rodt del Manual Pedagógico Integral E.D.A. Ediciones Docentes Argentinas
sábado, 22 de octubre de 2011
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